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TRATAMIENTOS PARA EL TDAH

  • Foto del escritor: Lic. Olga Córdoba
    Lic. Olga Córdoba
  • 8 abr 2019
  • 4 Min. de lectura

Ya hemos contextualizado un poco sobre el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad en mis publicaciones pasada ( https://licolgacordoba.wixsite.com/blog/post/trastorno-de-d%C3%A9ficit-de-atenci%C3%B3n-e-hiperactividad ) Pero, ¿cómo podemos tratarlo?




Debe realizarse un tratamiento individualizado, pero con asesoramiento u orientación a padres, familia en general y a la escuela.


Requiere de tratamiento neurológico, psicopedagógico y en algunos casos psicológicos y fonoaudiológico. Todo esto dependerá del compromiso que presente. Cada caso es particular y debe ser evaluado por los profesionales pertinentes.


El tratamiento farmacológico se da sólo en aquellos casos en que exista hiperactividad e impulsividad y debe ser indicado por el neurólogo o psiquiatra. El medicamento mas habitual es el Metilfenidato (Rubifen,Concerta) y debe ser controlado en su proceso de incorporación muy de cerca ya que en cada organismo estos pueden manifestarse de diferente manera.


Es importante y necesario saber que este es un problema crónico y generalizado, es decir que una vez que las características biológicas que lo caracterizan se han instaurado tienden a mantenerse durante toda la vida y van modificando sus manifestaciones en función de los momentos evolutivos por los que pasa la persona a medida que crece.


El tratamiento debe ser interdisciplinario y centrarse en la búsqueda de una mejor calidad de vida para el niño y sus familia, permitir el logro


de un proceso de aprendizaje lo más eficaz posible y de adaptación a los diferentes contextos sociales en los que se inserte.


Si la sintomatología tiene su foco central en la hiperactividad e impulsividad el neurólogo infantil deberá iniciar tratamiento con medicamentos.


Si las áreas mas dificultosas para trabajar son las relacionadas con el comportamiento, impulsividad, negatividad, ansiedad, depresión, dificultades en las relaciones con pares y con autoridad se deberá complementar con tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.


Si el déficit atencional afecta el rendimiento académico será importante la intervención de un psicopedagogo/a que oriente la acciones en relación al abordaje de los procesos de aprendizaje, la intervención dentro del ámbito escolar y el acompañamiento a docentes.


Diagnóstico diferencial: en el ámbito escolar


Muchas veces las características de un niño con TDAH que más interfieren en el ámbito escolar no son las cognitivas, sino las conductuales. Sin embargo estas repercuten en su trabajo diario, el procesamiento de la información, la capacidad de ejecución y provocan alto nivel de frustración, baja autoestima y rechazo a todo lo que implica relación con el aprender; es decir terminan perjudicando el rendimiento en el aprendizaje, en sus capacidades y en su autoestima.


Lo que sucede es que estar fuera de su asiento con frecuencia, sin conexión con lo que hace el resto de la clase, no poder seguir las órdenes o instrucciones del profesor, distraerse mucho, olvidarse las consignas, perder el material o desorganizarse hace que la calidad de trabajo sea negativa, recibe permanentes llamados de atención de los docentes y padres y comienza a creerse su incapacidad para aprender.


La desmotivación es un común denominador que afecta sus posibilidades de aprender y hacer.

Es necesario intervenir apoyándolos y creando un ámbito áulico y de aprendizaje que tenga en cuenta estas características.


Estos niños deben ser tratados como niños con NNE (necesidades educativas especiales) y es responsabilidad de la institución escolar crear las mejores condiciones para el desarrollo educativo.


Desde lo conductual son generadores de ciertos conflictos ya que su falta de autocontrol termina siendo una molestia para el resto de los compañeros , aunque su intención no sea esa. Generalmente demuestra poca empatía hacia los sentimientos de los compañeros y también les genera una importante frustración emocional. Requieren de estrategias sociales que le permitan relacionarse de otra manera.


Intervenciones áulicas


Los alumnos con TDAH deben alcanzar las mismas metas de aprendizaje establecidas para todos los niños, ya que no habiendo déficit intelectual deben ser educados en clases regulares. Generalmente no se tiene presente que no disponen de igualdad de condiciones en cuanto a sus posibilidades en el uso de determinadas estructuras cognitivas y de trabajo áulico. El niño con TDAH tiene un déficit inhibitorio que le impide adaptarse, parcialmente, a los requerimientos de la escuela tradicional en cuanto al nivel de atención, autocontrol y de seguimiento de las reglas que conducen al desarrollo de una capacidad creciente de trabajar en forma organizada y autónoma.


Para el abordaje del proceso de aprendizaje con estos niños se necesita o mejor dicho, se hace imprescindible realizar ciertos movimientos de acomodación áulica, metodológicas y didácticas que

tengan presente la relación entre sus capacidades y los requerimientos curriculares establecidos.

Las intervenciones que se deberán hacer en el ámbito escolar buscarán tanto la intervención en lo

académico como en el comportamiento.


De manera general se pueden considerar los siguientes puntos para la intervención escolar:

  • Ubicar al alumno en lugares estratégicos dentro de la clase.

  • Dar consignas cortas y claras, asegurándose que hayan sido comprendidas.

  • Dar Estrategias organizadas para las tareas.

  • Apoyarlos con entrenamiento en habilidades de estudio y control del tiempo.

  • Programar la jornada de trabajo de manera que le permita el descanso o la liberación de la hiperactividad.

  • Implementar actividades de aprendizaje multisensoriales.

  • Dar Refuerzos positivos inmediatamente después de realizada la conducta deseada.

  • Trabajar con el niño la automonitorización y el autorefuerzo.

Estos pequeños acomodamientos están destinados a que el ambiente educativo y el currículo se ajusten a las características propias de este alumno y generen un espacio donde puedan ir realizando cambios significativos en el comportamiento cognitivo y conductual.


Esas intervenciones particulares dependerán del niño y de la institución escolar en la que se encuentra inserto, pudiendo ir desde la implementación de estas estrategias particulares, pasando por un programa educativo dinámico y ajustado a las características del niño con TDAH dentro del aula, a programas integrales que modifiquen la propuesta curricular de manera significativa o la cantidad de horas que el niño permanece en la institución o que permita el trabajo en el domicilio particular.

Salvo en casos muy significativos, donde la implementación de otras intervenciones no han dado resultados, se deberá recurrir a la incorporación de una pareja pedagógica (docente en enseñanza especial) que como auxiliar docente de la maestra titular puede interceder en la realidad académica del niño.


En adolescentes que ya están cursando el nivel secundario deberá hacerlo de manera externa apoyando a docentes , planificando adecuaciones curriculares y actividades para el trabajo diario y/o apoyando extraescolarmente en los procesos de estudio.


Lic. Olga Córdoba

 
 
 

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