HABILIDADES BÁSICAS PARA APRENDER A LEER
- Lic. Olga Córdoba
- 25 may 2019
- 3 Min. de lectura
Decodificación:
La decodificación se basa en una habilidad del lenguaje llamada conciencia fonémica que se desarrolla a temprana edad, derivada de otra habilidad, aún más amplia, llamada conciencia fonológica. Permite a los niños escuchar separadamente los sonidos (fonemas) que forman las palabras y “jugar” con los sonidos a nivel de palabras y sílabas.
La decodificación también depende de la habilidad de conectar sonidos individuales con las letras correspondientes. Es importante saber que cada letra produce un sonido determinado ya que entender la conexión entre una letra (o un grupo de letras) y los sonidos que generalmente producen es un paso importante hacia la “pronunciación” de las palabras. La mayoría de los chicos adquieren la conciencia fonológica de manera natural, al ser expuestos a libros, canciones y rimas, pero otros no y hay que prestar atención a algunas señales tempranas como por ejemplo la dificultad para aprender rimas, el conteo de sílabas o con la identificación del primer sonido de una palabra.
A los niños hay que ser enseñarles a identificar y a trabajar con los sonidos siempre a través de juegos de palabras y leyendo a sus hijos.

Fluidez
La fluidez aumenta la velocidad con la que pueden leer y entender un texto y para leer con fluidez necesitan reconocer las palabras instantáneamente, incluyendo las que no saben cómo pronunciar.
Deletrear fonéticamente o decodificar cada palabra exige mucho esfuerzo.
Los lectores fluidos leen sin tropiezos y a buena velocidad. Agrupan las palabras para entender el significado y utilizan el tono de voz adecuado cuando leen en voz alta. La fluidez lectora es esencial para una buena comprensión de la lectura.
En niños con dislexia el reconocimiento de palabras puede ser un gran obstáculo, pero para los lectores promedio la fluidez se adquiere con la práctica. Necesitan ver una palabra de 4 a 14 veces antes de que se convierta en una “palabra familiar a simple vista” y logren reconocerla automáticamente.
Requiere para su desarrollo, al igual que otras s habilidades para la lectura, de mucha práctica e instrucción específica. Estimulemos la practica a través de elegirles libros que tengan el nivel de dificultad adecuado para los niños.
Vocabulario
Para comprender lo que uno está leyendo se necesita entender la mayoría de las palabras en el texto. Tener un vocabulario sólido es un componente clave para la comprensión de la lectura. Los estudiantes pueden aprender vocabulario a través de la experiencia diaria, el mantener conversaciones, el escuchar a otros hablar, leyendo y por supuesto a través de la instrucción escolar.
Mientras más expuestos estén los niños a diferentes palabras, más vocabulario adquirirán.
Construcción y “cohesión” de oraciones
Entender cómo se construyen oraciones podría parecer que es una habilidad para escribir. De la misma manera lo parecería conectar ideas dentro y entre las oraciones, lo cual se conoce como cohesión. Estas habilidades también son importantes para la comprensión de la lectura.
Conocer cómo se relacionan las ideas a nivel de las oraciones ayuda a los chicos a entender el significado de párrafos y textos enteros. También conduce a algo llamado coherencia, o la capacidad de conectar ideas con otras ideas dentro del texto en su totalidad.
Razonamiento y conocimiento previo
La mayoría de los lectores relacionan lo que han leído con lo que saben. Por ello es importante que los chicos tengan experiencia o conocimiento previo del mundo cuando leen. También necesitan poder “leer entre líneas” y extraer el significado, aunque no se explique detalladamente.
Este conocimiento se puede adquirir a través de la lectura, conversaciones, películas, programas de televisión y del arte. Las experiencias y las actividades manuales también aumentan el conocimiento.
Expongamos a los chicos lo más posible a actos de lectura y de conversaciones tratando que realicen conexiones entre el conocimiento nuevo y el conocimiento existente. Haga preguntas abiertas que requieran pensar y explicaciones.
La memoria funcional y la atención
Estas dos habilidades son parte de un grupo de capacidades conocidas como la función ejecutiva. Son diferentes pero están muy relacionadas.
La atención permite que los chicos capten información del texto que leen. La memoria funcional les permite retener esa información y usarla para entender el significado y adquirir conocimiento a partir de lo que han leído. La memoria funcional y la atención son parte de la función ejecutiva.
Los chicos necesitan ser capaces de reconocer cuando no entienden algo y autosupervisarse. Entonces necesitan detenerse y volver a leer para aclarar cualquier confusión que pudieran tener.
Lic. Olga Córdoba
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